ALFREDO VITERI PRESIDENTE DE FEDERACION CENTROS INDÍGENAS DE PASTAZA en los años 1974-1977
La historia de los pueblos Kichwa en la Amazonía se centra en la protección y expansión de sus territorios, su integración con otros grupos, y su adaptación a la vida en la selva. Se remonta a siglos antes de la llegada de los Kichwa de los Andes centrales y del norte del Ecuador, quienes fueron desplazados por la conquista española.
Los estudiantes de diferentes comunidades de la Amazonía indígena de Pastaza, Alfredo Viteri, Antonio Vargas, Víctor Chimbo, Saul Calapucha, Delfín Andy, con el apoyo de Gilberto Tapuy, fueron los idearios en la creación de la Federación de Estudiantes Indígenas de Pastaza, (FEIP). Posteriormente, Alfredo Viteri fue elegido como presidente de esta organización, marcando así el establecimiento de la primera entidad representativa de los pueblos indígenas en la provincia de Pastaza. una larga lucha de los pueblos y nacionalidades
! Su lucha , sus rostros y sus logros nos inspiran!
ANTONIO VARGAS, PRESIDENTE DE LA ORGANIZACIÓ DE PUEBLOS INDÍGENAS DE PASTAZA – OPIP en los años 1988
La marcha “Allpamanta, Kawsaymanta Jatarishunchik” hacia Quito representa un hito histórico para los pueblos indígenas del Ecuador. Esta movilización condujo al reconocimiento por parte del gobierno de una extensión significativa de 1’115.472 hectáreas de territorio ancestral con títulos de propiedad comunal. Este proceso de movilizaciones y las marchas concluyeron con que el Gobierno de Rodrigo Borja, reconozca la resistencia de pueblos y nacionalidades y fortalezca la educación intercultural y acceso a tierras, este evento continúa teniendo un impacto duradero hasta el día de hoy, ya que demuestra el poder de la organización y la lucha de los pueblos indígenas por la protección de los territorios y derechos.
TITO MERINO, PRESIDENTE DE LA ORGANIZACIÓN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE PASTAZA – OPIP en los años 1999
Fue una figura destacada en la lucha por el Sumak Kawsay en el año 1999. Su participación activa en esta histórica movilización dejó una marca indeleble ante la adversidad. Como defensor incansable de los derechos indígenas y del bienestar de su comunidad, Tito Merino ha sido un faro de esperanza y liderazgo.
A través de su valiente acción, contribuyó a plasmar historias significativas que resuenan en la memoria colectiva, dejando huellas profundas en el camino hacia la justicia y la equidad. Su compromiso con la causa indígena y su dedicación a la defensa de los principios del Sumak Kawsay continúan inspirando a las generaciones presentes y futuras.
ANTONIO VARGAS, Presidente de La organización de Pueblos Indígenas de Pastaza – OPIP, en la actualidad – Pastaza Kikin Kichwa Runa kuna – PAKKIRU en el año 2019
En colaboración con las comunidades y otras organizaciones, continúa construyendo puentes y tejiendo alianzas para fortalecer la voz de los pueblos indígenas y avanzar hacia un futuro donde el Sumak Kawsay, el buen vivir, sea una realidad para todos. Su dedicación y su compromiso son un ejemplo inspirador para las generaciones presentes y futuras, y su legado perdurará como un faro de esperanza en la lucha por la justicia y la igualdad.
LUIS CANELOS presidente de Pastaza Kikin Kichwa Runakuna – PAKKIRU y su Consejo de Gobierno año 2023– 2026
La estructura de la Nacionalidad Kichwa de Pastaza se organiza en tres niveles jerárquicos, cada uno con funciones y ámbitos definidos. En el nivel superior de toma de decisiones se encuentra PAKKIRU, compuesto por organizaciones de segundo nivel como comunas, pueblos y asociaciones, las cuales se autodenominan según su autodeterminación. Estas entidades, a su vez, están formadas por organizaciones de base, es decir, las comunidades.
“Caminando con sueños de levantar a nuestras comunidades, cada día están en constante lucha por la defensa de los territorios, por el Kawsak Sacha, ese ser vivo que sustenta la vida de pueblos y nacionalidades. Seguiremos adelante, resistiendo con determinación y valentía, porque que esta lucha es por una vida mejor. Es un compromiso con nuestras raíces, con nuestra historia y con las generaciones futuras. Mantendremos encendida la llama de la esperanza, trabajando incansablemente por un futuro donde la justicia y la igualdad sean una realidad palpable para todos. ¡Que nuestra lucha sea la semilla de un mañana más próspero y digno para nuestras comunidades y para el Kawsak Sacha que nos da vida!”